Proveniente de las montañas del sur de México, en donde la naturaleza le acogió y regalo la magia al estar en estrecha relación con esta; la perspectiva de los campos de cultivo en donde trabajaba de niño y los colores de la vida que transcurría a la orilla de los ríos que fueron su sala de juegos; las negras noches, los cielos amplios y estrellados que parecían posarse en las pozas en donde el reflejo de las luciérnagas ofrecía espectáculos de danza y luz, de cabalgata nocturna, de orquestas de insectos y aves fueron su primera inspiración; aquel mundo perdido, talado y saqueado en la actualidad y su acercamiento al nagualismo le dotan de una visión particular que queda plasmada en su obra.
Inicia su primer dibujo a la edad de tres años en el patio trasero de la casa en donde vivía, así mismo fue un acercamiento directo con el arte, al plasmar a su mascota muerta en el piso, hecha únicamente con un lápiz; los días y años siguientes transcurrieron y el dibujante se volvía pintor en una transición y experimentación que va desde el carbón al óleo, de lo orgánico a lo digital, que de esta última no toma el recurso por su personalidad primitiva.
El artista amateur decide tomar el oficio como forma de vida en el año 2010 después de haber dejado la pintura y el arte en general por un periodo de diez años y desde entonces ha realizado exposiciones en distintos foros culturales, exhibiciones de arte corporal en festivales del distrito Federal. Los intereses del pintor como tal son únicamente entablar un diálogo con las esencias que le dan el tacto y visión para reflejar aquel mundo que ama y que extraña tanto que quisiera ver en todas partes.