Soirée Chabaret.
Si el tiempo lo permite podré conocer la ciudad.
Sandra Carvajal.
Después de varios días entre nubes, claros y, por supuesto, llovizna (a veces transformada en pesados garbancitos), el cielo dio una pequeña tregua.
De todas formas, con o sin ella, fuimos invitadas por David a una de las veladas de ‘Chabaret’. Nada podría impedir que disfrutáramos de un pequeño fragmento de ‘vida exterior’.
Y sí, cruzamos las fronteras que separan la tristeza de la noche bordelesa.
Dispuestas en actitud festiva. Provistas de varias capas para enfrentar el camino de regreso.
‘Chabaret’ es el nombre de un ciclo semanal de slams musicales. Un open total de libre expresión sobre el escenario del ‘Cha Qui Pêche’.
El proyecto se presenta en un formato de pequeñas cápsulas musicales, bocadillos donde los artistas van compartiendo experiencias en una forma proactiva sobre la tarima.
Microintervenciones durante toda la noche hacen posible que un incontable número de artistas puedan presentar su propuesta. Pero, se da al tiempo que, en este ir y venir de estilos, los artistas vayan compartiendo instrumentos, voces y presencias entre ellos y un público participativo.
Artistas de todos géneros, estilos y edades.
Ésta es la fórmula mágica del ‘Chabaret’.
David Gentilini organiza su ciclo con sumo respeto al artista, cual sea su condición o experiencia. Todos perfectamente encajados en esa sincronía temporal. Misma actitud, mismo trato.
Y con esa misma intensidad prepara el espacio, llegando a cada uno de los espectadores y consiguiendo la total satisfacción del equipo del ‘Cha Qui Pêche’.
Esta asociación, como todas las asociaciones bordelesas, trabaja para ofrecer un cartel cultural por debajo de la línea del beneplácito gubernamental.
¿Cómo funciona?
Ofrecen eventos de cultura gratuitos tras la obligatoria adhesión, que supone un ingreso de entre tres y cinco euros por socio (según la asociación) como única cuota, lo que permite al espacio contar con un pequeño remanente de inversión y/o respaldo ante adversidades.
Los socios pueden venir acompañados por hasta dos invitados por noche, siempre que el aforo lo permita y aportando una donación simbólica (dos /tres euros).
Sí, porque todos entienden que artistas y coordinadores también necesitan de su ‘nostálgico circunflejo’.
Sandra Carvajal.