À tout à l’heure, Lyon!
Me levanto temprano. En el piso todo en silencio.
Con ayuda de un café voy revisando mails, terminando de recoger todo mi mundo.
Atravieso la ciudad en metro para encontrarme con Fred, el conductor hasta Bordeaux.
En coche, 6 horas por el corazón de Francia. Un viaje muy agradable, con paisajes de un verde real. Ahora se hace gris, ahora llueve, pero siempre hay risas dentro del toyota.
Y Bordeaux me recibe con una niebla espesa y una cortina que no permite ver a más de 5 metros de distancia.
Mi libreta en un charco. Pero el chico sin nombre me lleva amablemente (en inglés) hasta la puerta del ‘Chabrot’.
Un de mi, una llamada y voilà! Sthepanie aparece algo mojada pero con una energía incombustible.
Terrine, vino, y a ponernos al tanto de los avances, de las líneas a seguir para Bordeaux, en fin, de todo el desarrollo del projecto.
Una noche llena de vida, de carcajadas….
Con toda la maletota y la mochila, salimos a las calles de S. Michel, buscando ‘El Chico Loco’.
‘El Chico Loco’ es un bar lleno de color dirigido por Gloria (¿se puede ser más simpático y generoso que Gloria? ). Esta mujer extrovertida, llena de vida, catalana de nacimiento, bordelesa ya de adopción, colabora y participa activamente en la vida cultural de la ciudad de Bordeaux, especialmente en cuanto a cultura hispana e hispanoamericana se refiere.
Así, es presidenta de una asociación cultural, propietaria de este emblemático espacio y socia colaboradora de otra asociación de poetas ‘Le cercle des poèts disparats’.
La semana se presenta muy interesante…