
Hormiga Iracunda de Ediciones Posdata, la primera en México dedicada exclusivamente al cuento brevísimo.
Xalapa, Veracruz.- La imaginación y el realismo, pero también la tradición clásica, son algunos de los principales intereses del escritor mexiquense Alberto Chimal, quien platicó en exclusiva para Diario de Xalapa acerca de su más reciente creación literaria: La torre y el jardín, obra con la que Editorial Océano inició la colección titulada Hotel de las Letras.
Chimal explica que realizar esta novela le llevó cerca de ocho años, quizá porque uno de sus objetivos era dar forma a una obra que si bien no fuera complicada, sí fuera compleja, y que en esa complejidad ofreciera mucho al lector.
Con estas pretensiones, Chimal crea una historia principal de la que se desprenden otras más, llenas de misterio, de seres concebidos sólo en la imaginación, pero que, afirma, son reales porque existen en la mente de un ser humano y pueden ser expresadas y desarrolladas a través de la literatura.
La imaginación fantástica, puntualiza, es mostrar el interior del ser humano y, en ese sentido, plantear deseos, pesadillas, aspiraciones…
No obstante este planteamiento, acepta que a todas estas historias se les ve con un poco de desconcierto, pero él asume el reto, más que por otra cosa, porque en cierta medida cree que los escrit ores escriben lo que les gustaría leer.
CIENCIA FICCIÓN, LITERATURA FANTÁSTICA E IMAGINACIÓN
En La torre y el jardín Alberto Chimal logra conjuntar la ciencia ficción, la literatura fantástica y la imaginación. Historia narrada por una voz misteriosa, es una invitación a descubrir, al lado de los protagonistas, los secretos más celosamente guardados en una vieja construcción.
Para lograrlo, Chimal dice que el lector se adentrará a un edificio en el que se oyen voces que salen de las paredes, donde la gente entra en otra dimensión mientras va caminando, y cada bella mujer que aparece tiene una misión secreta, que implica juegos eróticos con animales, o viajes y paradojas en el tiempo.
Al respecto, Chimal declara que una de sus inclinaciones ha sido siempre la literatura en la que se propicia el desarrollo de la imaginación, por ello en La torre y el jardín ésta se manifiesta de maneras muy extrañas, en lo que a veces se llama fantástico, y en otras, más cercana a lo cotidiano.
Pese a manejar el término fantástico, Chimal aclara que quien se interese por leer La torre y el jardín con la idea de que hallará algo parecido a Harry Potter se sentirá decepcionado, porque sí hay imaginación y hechos inusitados -los corredores hacen desaparecer a la gente-, así como personajes y situaciones que van más allá de lo que es considerado cotidiano-real -las habitaciones albergan clientes y criaturas siniestras-, pero todo va en otras direcciones.
PERSONAJES
Acerca de los personajes en torno a quienes gira la historia, detalla que se trata de un tipo común que intenta aclarar un siniestro recuerdo infantil, y de un explorador de lo oculto, un visionario.
Ambos tendrán que encontrar a la dueña del lugar en el que se encuentran, Isabel, y conocer su inquietante jardín. Durante el trayecto verán mucho de lo más terrible que pueden hacer los seres humanos.