Convencido de que escribir y leer es un placer para todos, el reconocido narrador habla con VANGUARDIA de la novela ‘La Torre y el Jardín’, que hoy presenta en la FILA 2013
Saltillo, Coahuila.- El nombre de Alberto Chimal está ligado a la narrativa mexicana contemporánea por sus narraciones experimentales, poéticas, cuidadas y con un amplio bagaje de referencias que tributan a autores y obras fundamentales para él como el lector apasionado que es. Hoy y mañana compartirá en la Feria Internacional del Libro en Arteaga (FILA) 2013 su labor literaria con sus dos más recientes obras.
El autor (Toluca, 1970) habla en entrevista con VANGUARDIA sobre “La Torre y el Jardín” (editorial Océano, de la colección Hotel de las Letras) que hoy presenta en la FILA, una novela situada en un escenario surrealista y perverso: un burdel donde se practica la zoofilia, un edificio de dimensiones inesperadas, personajes intrigantes, juegos de tiempo que en definitiva demuestran al lector la imaginación desbocada de Alberto Chimal.
El también creador de minificciones —sobre todo a través de Twitter, donde tiene una gran cantidad de seguidores—, también habla de su otra faceta: la de guiar a nuevos escritores; algo que reafirma su convencimiento de que el placer de la literatura debe ser algo compartido por todos.
-¿Qué te generó, en cuanto a retos narrativos, crear esta extensa novela? ¿Cuál fue la experiencia, pues tienes una escritura más acentuada en cuentos?-
“Es una novela que me tomó ocho años. Es extensa, además, contrario a lo que había publicado, que suele ser más breve. Y no fue un cambio brusco, fue un cambio meditado a lo largo de un buen rato y algo que también se convirtió, creo, en una especie de reto distinto. No necesariamente porque la novela sea más difícil que el cuento, yo creo que los cuentos tienen sus propias dificultades, muy diferentes.
“Más bien porque a la hora de hacer esta novela se fue haciendo una de hechura más compleja: no es una historia que se cuenta desde el punto A al punto B, de manera lineal; sino son varias historias entrelazadas, varias voces que cuentan diferentes cosas y al mismo tiempo que hay una trama base, una trama de personajes que exploran un lugar que no conocen y van haciendo descubrimientos.
“Hay las vidas de varios hombres y mujeres que están metidos, por diferentes razones, en un mismo sitio extraño, en una vida misteriosa. Y en esas historias violentas, de amor, hay historias de descubrimiento y también de autoconocimiento, esa búsqueda que hacemos todos de entendernos a nosotros mismos”.
-Al cuento no lo abandonas bastante en tu novela, pues tienes a este personaje, Horacio Kustos, que ya habías utilizado en cuentos…-
“Hay mucho del cuento, por supuesto, y no lo dejaría. Creo que el cuento es un género para mí muy noble, muy propicio. Me encanta. Y no solamente está Kustos, que tiene sus propias historias aparte, y que algún día tendrá más. También está el hecho de que de alguna manera esta novela se forma por la acumulación de muchas historias más pequeñas.
“Históricamente hemos visto que lo que se ha llamadonovela empezó así: haciendo historias pequeñas que se iban juntando y que al paso del tiempo se iban convirtiendo como en aspectos de una sola historia, como tramas secundarias. Es un proceso como de germinación, como de crecimiento. Y algo así también pasa en esta novela: lo que comienzan siendo historias separadas, se fueron entrelazando y convirtiendo en partes inseparables de una misma cosa. Y eso proviene, claro, de mi interés por el cuento”.
-Este escenario con una decadencia moral, por un sexo sin frenos. ¿Qué preocupación refleja de ti? ¿Cómo surge este escenario sórdido?-
“Yo quisiera decir que este escenario sórdido, digamos, es como la primera etapa de esta trama que contiene varios niveles diferentes que se van descubriendo. Me interesaría aclarar que no es un libro pornográfico o que se dedique a dignificar la violencia o el abuso de ningún tipo. Más bien los utiliza para contar una historia que por supuesto tiene mucho que ver con ese tema.
“Yo lo pienso de esta manera: lo que me interesa más es el asunto del poder, y sobre todo cómo se ejerce este poder entre nosotros, los seres humanos, cómo se abusa de él. Cómo, de diferentes formas, por mucho que hablemos de nuestras virtudes morales y de nuestra distancia respecto a los animales y del mundo salvaje, de todas maneras somos capaces de un gran salvajismo. Ya no hay justicia para con todo lo que nos rodea.
“Este asunto de la zoofilia por dinero es para mí una forma terriblemente fuerte por el abuso del poder, porque representa el abuso de quienes definitivamente no pueden defenderse, de criaturas que están definitivamente en una posición de debilidad tremenda respecto de nosotros. Y al mismo tiempo es también la forma en que perpetuamos este abuso de la naturaleza.
“La postura del libro, y eso se va viendo a lo largo de la trama, es en contra de la violencia y de ese abuso del poder; y una novela no puede ser un tratado de ética, pero lo que sí intenta decir es que eso debe rechazarse, para que podamos continuar sobreviviendo como especie”.
-¿Qué otros autores te inspiraron para esta novela en particular? ¿O con quién te han comparado los lectores?-
“Hay gente que me ha comparado con Philip K. Dick, un narrador extraordinario estadounidense. Y por supuesto ahí está. En las primeras páginas escribí una dedicatoria, y todas las personas en ella se refieren únicamente por sus iniciales; una de ellas es precisamente P. K. D. Por supuesto, Jorge Luis Borges también, un autor al que admiro muchísimo. También Francisco Haghenbeck, narrador de historias fantásticas, mexicano”.
-¿Cómo surge tu interés por enseñar a escribir a nuevas generaciones de escritores, algo que has hecho con publicaciones y talleres?-
“A mí me interesa mucho defender la idea de que el conocimiento y la práctica de la literatura, no tiene que ser una actividad elitista, vertical y tremendamente jerarquizada, en la que sólo unas cuantas personas tengan derecho y posibilidades de acceso.
“Al contrario, yo creo que la literatura debe ser asequible para todo el mundo, incluso aunque no se dedique profesionalmente a esto, aunque no quiera tampoco desarrollar una vida de escritor, ni siquiera de lector. Sí me parece digna de defender esta idea de que la literatura puede ser más abierta, horizontal, democrática, de lo que suele ser”.
Enlace extraído de: http://www.vanguardia.com.mx/albertochimallaliteraturanodebeserelitista-1835719.html
En Ultramarina C&D hemos publicado obra de Alberto Chimal en España, puedes conseguir su plaquette dentro del libro ‘Carmilla’de Sheridan Le Fanu; la traducción es de Juan Frau (US):
Versión gratuita en formato digital en breve.