Más gris. Más lluvia.
Con prisas y un sorbito de café dirección Bordeaux.
Destino: Instituto Cervantes de Bordeaux.
El Instituto Cervantes de Bordeaux se ubica en pleno centro de la ciudad. Una casa palacio de arquitectura siglo XVIII con un pequeño patio central a donde se dirigen todas las estancias de primera a tercera planta.
La casa donde vivió Goya.
Me cuentan que encontraron dos pinturas del maestro en la obra de restauración del edificio.
Me cuentan de sus escaleras, de sus ventanales.
El edificio alberga un grupo pequeño pero activo de personas que trabajan por la participación y colaboración de la vida cultural bordelesa, y lo hacen con mucha repercusión.
En su salón de actos (una sala polivalente) se alberga estos días una exposición que refleja una serie de reproducciones de grabados de Goya, reinterpretados por Dalí, pertenecientes a la colección del Dr. Jacques Fauqué. Una exposición con motivo de las Jornadas de Patrimonio que mantuvo abierto el Instituto el pasado fin de semana.
Ya en la biblioteca del centro, me reúno con la directora de cultura, Marie Sabra, y la bibliotecaria, Karine Lopez.
Una reunión relajada y dilatada.
Al salir, no podía dejar de pasar por la Mollat , uno puede perderse entre todos esos libros durante horas. Y es que, con motivo, me dicen que es la librería independiente más grande de Francia.
Y así, encontré mi refugio entre textos y formas de la (ya cansada) lluvia de tres días.