La canción mágica
de los hombres libres
Animismo, chamanismo, pensamiento mágico primitivo,
mítico, simbólico… Ponerle nombres no es suficiente,
creo que sería muy difícil comprender el mundo de antes
de nosotros, el tiempo de la magia, cuando nada estaba
fuera del pensamiento mágico y el hombre hablaba con los
espíritus de todas las cosas, pero no hay duda de que así
fue durante la mayor parte del tiempo de nuestra
existencia pasada como especie.
Con toda seguridad, hace tres cientos mil años, un hombre
cantaba junto a una hoguera, disfrazado con pieles,
cuernos y huesos de animales, acompañado por los coros,
tambores y jaleos de su tribu, su familia extensa, en un
trance o estado de consciencia profundamente alterado,
con el deseo de conjurar las amenazas visibles e invisibles,
sanar a un hermano enfermo, convocar a los espíritus para
una caza abundante, celebrar poderosamente sus vidas
fugaces y arriesgadas, o simplemente viajar a los
territorios de la mente que nuestra vigilia nunca podrá
conocer. El poeta y el brujo o chamán eran entonces una
misma cosa, aunque la vía de la canción, la magia y la
visión estuviera abierta para toda la comunidad ya se
reconocía la valía del especialista. Este poeta-brujo era
aún más, era el carro de la memoria y la sabiduría, una
alejandría con piernas, el músico, el médico, el
farmacéutico, el artista, maestro de ceremonias y fiestas,
director y actor psicodramático, mediador entre el mundo
de los espíritus y el mundo de los hombres, siempre
hábilmente inclinado hacia la protección de su comunidad,
la biblioteca, la discoteca y el fonógrafo, psicopompo,
guía espiritual, sabio, filósofo, científico empirista, y
economista a consultar en tiempos de crisis.
Hace tan sólo siete mil años florecieron las primeras
ciudades, y con ellas una realidad que, en lo esencial, no
es muy distinta a la nuestra; propiedad privada, comercio,
trabajo, dinero, estados embrionarios con monopolio de la
fuerza coercitiva, ejércitos, leyes, jueces, sacerdotes de
religiones organizadas que monopolizaban la magia, la
ocultaban o la ponían al servicio de las estructuras del
poder político. La escritura, una prodigiosa herramienta
creada por los contables de grano y ganado o por
sacerdotes en sus templos, es utilizada por los poetas. La
poesía sobrevive, aunque su antiquísima aliada y matriz, la
magia, desaparece totalmente o sobrevive de un modo
deformado, irreconocible, anecdótico.
Imaginad sólo por un momento que hoy resucitaran los
poetas-brujos, y después decidme dónde encenderían sus
hogueras o en qué reserva podrían sobrevivir. Yo opté por
la Poesía, la canción mágica de los hombres libres.
La crisis del 09
“Y esto del hambre tal vez hace
arrojar los ingenios o cosas
que no están en el mapa”
Cervantes, La Gitanilla
Por el mercadillo de los jueves de la calle Feria, intento
estimar el valor contable en conjunto y por separado del
vendedor enganchado y su mantilla (museíto de
arqueología industrial de los últimos treinta años) llena de
basurillas, piececitas de plástico y electrodomésticos
muertos o mutilados; y concluyo que es más fácil resolver
el koan sobre el valor de un gato muerto.
FRÍO
FIEBRE
DESPIDO
SOLEDAD
Chomsky predijo que las empresas serían más poderosas
que los estados; debería haber incluido en la predicción
que si un italiano despide en inglés a un español y a
treinta europeos más de una empresa suiza con sede en
una isla paraíso fiscal del Canal de la Mancha, una
empresa mediana o pequeña puede burlar las legislaciones
fiscales y laborales de una docena de estados.
FRÍO
FIEBRE
DESPIDO
SOLEDAD
Hermanos con cerca de medio siglo vuelven derrotados a
las puertas del útero materno.
Otros tienen la maldición de Tintín, nuevas aventuras
aseguradas, ahora podré volar para los pobres del mundo o
rendirme una temporada al Mal, o al Mar…
Recesión universal, en realidad me da igual, porque esta
borrachera gris de agua y libertad, estas gotas del Dharma
sobre calles brillantes son enfermedad y gloria, la vida y el
milagro que nos llueve,
-¡Vamos que nos vamos! Se lo dejo todo a tres euros.
-¿Todo? ¿Está seguro de lo que dice